Cierra el 2018 con mucho agradecimiento por todo lo que te ha enseñado. Por los nuevos que han llegado, por los que se fueron, por lo que ha permanecido y por todo lo que has crecido. Confía que el 2019 será un año lleno de Amor.
Estos tiempos a menudo nos llaman a ser conscientes de lo que está oculto, los patrones de pensamiento y los desencadenantes que se revelan ante nosotros.
Puede que nos recuerden que el amor siempre está ahí, encontrando un regalo en sí mismo al ver a nuestros seres queridos día tras día, todos juntos y reunidos en estas fechas. O puede que nos recuerden los problemas dentro de nuestro sistema familiar, probándonos para volver a caer en viejas formas de ser, para cumplir con las reglas que nos prohíben tomar decisiones como dejar ir relaciones estancadas, y expresiones inhibidas.
Recuérdate a ti mismo, a tu verdad, elige la bondad hacia ti mismo y hacia los demás.
A veces esto implica tomar distancia con algo, o con alguien; enfrentarnos a las partes de nosotros mismos más descartadas, porque las partes que tememos son más inalcanzables.
El miedo, la ansiedad y la resaca de la vulnerabilidad no son infrecuentes en el hogar de lo desconocido.
Pero para la curación, tocar fondo y estar en medio de la transformación requiere el caos.
Sé caótica, sé desordenada y sé salvaje. Dirige tu atención a las luces que brillan entre tanta oscuridad y decide que esas luces serán tu faro en la noche.
Puede que sea una persona de tu familia, o alguien de tu tribu… Encuentra maneras de ser amable, humilde, generoso y atento.
Regálale tu propio amor y deja que fluya a todos los que te rodean.
Y así, encontrarás la herramienta secreta para sentirte rodeado de felicidad.
Este nuevo año entra cargado de nuevas energías, es una oportunidad para renovarse: Dejar atrás los lastres que nos retienen y renovar con ímpetu nuestros propósitos y metas para nuestra vida.
Debemos tomar acciones extraordinarias para vivir una vida extraordinaria.
Mucho Amor para el 2019
Wanderlove
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