Dentro de las fibras naturales encontramos, entre otras, el cáñamo.
CÁÑAMO
La fibra del Cáñamo es una fibra muy estable y duradera. La tela que se hace con ella puede llegar a durar hasta cinco veces más que la del algodón. Es biodegradable, liviana y resistente.
Además, absorbe mejor la humedad y su cualidad térmica la hace más fresca en verano y cálida en invierno.
De las fibras largas del cáñamo se obtienen telas de alta resistencia para prendas de vestir que, por su cultivo y tratamiento ecológico, son muy adecuadas para pieles sensibles. Tiene propiedades antibacterianas naturales.
Normalmente, la fibra del cáñamo se encuentra en colores blanco crema, café, gris, negro o verde, pero se fusionan fácilmente con tintes y no se decoloran fácilmente, preservando su color y forma durante un largo periodo de tiempo.
En el mundo en el que vivimos, donde la sobreexplotación de los recursos de los que disponemos está a la orden del día, el cáñamo aparece como una alternativa sostenible para producir nuevos tejidos, porque las técnicas modernas producen mejoras en la producción, creando prendas muy perfeccionadas que nada tienen que ver con el procesamiento tan intensivo al que se somete el algodón, o las fibras como el acrílico, poliéster, nylon o spandex, creadas a base de petróleo.
La cosecha del cáñamo y el procedimiento posterior para la obtención del tejido es idéntica a la del lino.
YUTE
Es conocido como la “fibra dorada”, y florece en tierras tropicales con un clima húmedo. Es un cultivo de secano, que necesita pocos o ningún fertilizante o plaguicida.
El yute es una de las fibras naturales más versátiles y biodegradables. Su composición es principalmente celulosa (principal componente de las fibras naturales vegetales) y lignina (de las fibras leñosas).
Se puede teñir, y comparte una gran cantidad de propiedades con el cáñamo. Es 100% biodegradable, como ya hemos comentado, y reciclable. Por lo tanto casi inocua para el medio ambiente. Su combustión no genera gases tóxicos, además de que una hectárea de plantas de yute consume cerca de 15 toneladas de dióxido de carbono y libera 11 toneladas de oxígeno.
CUIDADOS
A la hora de lavar estos tejidos naturales, siempre es preferible lavarlas a mano y dejarlas secar al aire libre para que no se estropee, teniendo cuidado de no exponerla al sol para que no se claree y se reseque.
Utiliza un detergente suave y 100% natural, asegurándote de aclararlas bien. El uso de lavadora (y en especial el secado a máquina) tienden a debilitarlo más rápido.
Si necesitas suavizar tus prendas de yute o cáñamo, lávalas todas las veces que necesites. Cuanto más se laven, más suaves se volverán.
Es mejor utilizar la plancha cuando las prendas están aún ligeramente húmedas: estira la prenda hasta darle su forma original y luego plánchalo como de costumbre. Para tejidos que estén teñidos, lávalo en frío y sécalo y plánchalo sólo del revés.
FUENTES
http://www.fao.org
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